Aumento mamario con ácido hialurónico
Si hace unos días informaba en este blog sobre la falta de evidencia científica a cerca de los beneficios de emplear grasa de la propia paciente en aumentos mamarios, hoy me gustaría insistir en que ocurre lo mismo con el uso de otras sustancias de relleno.
Una de esas sustancias es el ácido hialurónico, un polisacárido presente en las células de los seres vivos que cumple importantes funciones en la estructura de la piel ayudando a retener la humedad y, por tanto, aportando volumen. Los buenos resultados que ofrece este producto como relleno de las arrugas de cualquier zona de la cara para frenar el envejecimiento están suficientemente demostrados, pero no así en los casos de aumento de pecho.
Aumentar el volumen de los senos con ácido hialurónico requiere infiltrar grandes cantidades de producto en el tejido graso retromamario, es decir, en contacto directo con la glándula mamaria, lo que puede provocar inflamación crónica del tejido glandular y trastornos displásicos o neoplásticos. Además, y al igual que en el caso de las infiltraciones de grasa para el mismo fin, la aparición de nódulos inflamatorios y de granulomas puede alterar el resultados de las pruebas rutinarias y dificultar el diagnóstico del cáncer de mama.
Como cirujano plástico especialista en patología mamaria, siempre he sido muy crítico con la infiltración de productos de relleno en la mama. Aunque la cirugía estética y plástica tiende a ser cada vez menos invasiva y más rápida, siempre debe primar la seguridad, el bienestar y la salud del paciente, también a largo plazo. Antes de someterse a una mamoplastia de aumento es importante que la paciente se asegure de que el procedimiento y los productos que se emplearán en la intervención son los más seguros y de más alta calidad del mercado. En este sentido, la colocación de prótesis continúa siendo la técnica más segura y que menos complicaciones presenta.
Fuente : Cirugía Estética al Día